11 de enero de 2010

Apostasy: a new Odissey (y II?)

Después de perrear una serie de meses he vuelto a retomar el tema de la apostasía. Que coincidiera con las fechas navideñas es pura coincidencia, no va con mala baba. Me temía nuevas conversaciones telefónicas a los Gila como la primera vez, pero no fue así. En la siguiente llamada, se puso un párroco extranjero con acento de ciudadano del este (?) o vete tú a saber de dónde que sin preguntarme motivaciones personales de ningún tipo, se apunto mis datos para enviarme por correo el certificado de partida de bautismo. Dicha partida se despistó un poco porque algún tarugo del servicio de cartería del curro o de la oficina de Correos más cercana no dio conmigo y hasta que no me extrañé de la tardanza no fui a recoger el contrareembolso.

Con dicha partida de bautismo tan mona me fui en plena nevada al Arzobispado (tras perderme para variar y darme un buen paseo con las botas rotas que me costó un resfriado de la hostia) para llevar mis papeles a la Vicaría General. Con mi cara de buenecita pregunté "¿para entregar una apostasía, por favor?" y me dirigieron al despacho (bien montao pero pelín obsoleto) del Vicario, que al saber mis intenciones abrió un poco más los ojos pero no me puso ningún "pero". Revisó mis papeles, dijo que no habría ningún problema e incluso se disculpó porque al coincidir con fiestas de Nochebuena la respuesta iba a retrasarse un poco, y el hombre hasta se sentía culpable. Pensaría que me importaba a estas alturas, el jodío. Y ahí se quedaron mis papeles, junto las otras cuatro o cinco solicitudes más de apostasía que tenía el hombre en la mesa en espera de la plantilla que dan como respuesta.
Tranquilos que fui tan hijadeputa de despedirme con un "Feliz Navidad" ni nada por el estilo.

Realmente la respuesta se ha retrasado pero ya he recibido hoy la feliz noticia de "se han tomado todas las medidas para que conste, a todos los efectos, dicho abandono de la Iglesia Católica." Mi nombre "no figura ya en ningún tipo de listado, fichero o base de datos de la Iglesia, con lo que se garantiza de este modo que no será considerado miembro de la Iglesia con fines estadísticos".
¿Me fío? No. Pero ya veré si en el futuro solicito la comprobación de la anotación marginal en mi partida de bautismo.
Esta buena gente no obstante me recuerda que "la Iglesia Católica siempre estará dispuesta a acogerme, si deseara volver a vivir y morir en su seno" y se despiden "con todo afecto".

Asín que a pesar de los tropezones iniciales y de tener que recurrir a la apostasía canónica porque no hay más remedio todo ha concluído fácil, rápida y felizmente. No tendré que comprarle mona de Pascua a ningún ahijado y podré presumir de apóstata formal ante cualquier chapao a la antigua que me critique por descreída.
Me enorgullece decir que las dos únicas personas que tienen legítimo derecho de ofenderse por mi decisión, mis padres (que al fin y al cabo me bautizaron sin mala voluntad), no están molestos e incluso mi madre parece aplaude mi acto de congruencia interna, que al fín y al cabo no es otra cosa que una demostración de respeto hacia mí misma y hacia mis ideales.

Os dejo con unas bucólicas fotillos de huellas de conejitos y otras bestezuelas y riberas heladas de mi pueblo, tomadas al ladito mismo de mi casa. Mi pueblo tiene una mierda de servicios públicos, pero al menos te da la opción de estar en contacto con la naturaleza.










4 de enero de 2010

Enemigo Invisible 2009-2010

La dinámica es sencilla: en vez de comprar un regalito adecuado para la persona que te ha tocado, compras un regalo moñas de pésimo gusto que le puede tocar a cualquiera de los participantes excepto a tí (y a tu pareja). Tú eliges un regalo al azar de todos los posibles y una tarjeta follonera que se lee después de que todos hayan abierto su regalo y que puede hacer que no acabes con el regalo escogido si no con cualquier otro, mejor o peor. El regalo deberá ser exhibido en el salón de tu casa un año entero, excepto en el caso del autor del regalo menos moñas, que deberá exponer el suyo dos años enteros como penalización. Para que os hagáis una idea, este es el regalo que me ha tocado este año: un reloj kitch que hace un ruido infernal.
Este es el regalo del Maromo: un kit de aperitivo para solteros que recibió la penalización al regalo menos terrible:
Yo quedé empatada como autora del regalo más hijodeputa: un tapete de ganchillo, unas borlas de cortina azules pelín horteras y un cuadro infantil de Winnie the Pooh; lamentablemente el azar quiso que el regalo no cayera a la persona que "menos" lo hubiera apreciado, jejejejejejeje. Igual que el suyo, que iba "destinado" a mí: una figura de Cristo del Sagrado Corazón bastante grandecita. Y es que deben estar los chinos dando palmas con las orejas viendo que se deshacen del stock de los objetos más horteras de su tienda... Para que hagais una comparativa, este es el regalo que recibí de AMIGO INVISIBLE del curro, igualmente kitch y además bastante inútil (aparte de que por estar mal envuelto me llegó roto y lo tuve que arreglar como pude para que no se saliera la arena!!!!!).

Prueba de agudeza visual: ¿puedes detectar algún tipo de fallo en este reloj?

Respuesta: En efecto, al arena NO CAE de una esfera a otra porque por algún motivo se encalla y llega un punto en que no cae más. Un trasto doblemente inútil, pero eso sí, con muchos colorines. En fín, lo que se conoce como un "pongo" (objeto que cuando se recibe despierta la pregunta "¿y ahora dónde cojones lo PONGO?")· Comentario malévolo y sexista: tengo fundadas sospechas de quién puede ser el responsable del regalo. Por el escaso acierto del regalo supongo que es un chico, y como hay pocos en mi curro donde elegir creo además que sé cuál de ellos es... Los regalos entre chicas por lo general suelen ser menos torpes...El mío, pese a ser pelín cursi, me consta que triunfó...

Y la nueva foto de las vistas desde mi casa, como viene siendo tradición...