28 de diciembre de 2009

¿Cómo van las acideces de estómago y los gases de estas fiestas, chavalotes? A petición popular cuelgo unas fotos del antes y después de ordenar los trastos de la casa; serán las últimas en una temporada hasta que metamos algún mueble más, aunque ya os aviso que se me cabreó el Maromo por haberos enseñado las anteriores y me tengo que autocensurar (por ejemplo, las fotos del tamaño desmesurado de las pelusas de detrás de las puertas permanecerán ocultas salvo en vuestra imaginación).

El dormitorio de mis venerables progenitores:

ANTES
DESPUÉS (hasta se puede pasar sin tropezar, oyes)
El salón (zona de TV).

ANTES
DESPUÉS (otiaaa hasta parece que cabe un sofá...)
Debo aclarar, para que nadie se de por aludido, que las fotos no tienen intención de humillar a nadie o insinuar nada, son meramente descriptivas, informativas y humorísticas. Por ejemplo, no sólo pongo fotos de muebles si no que ya sabeis que también pongo fotos de las vistas desde mi terraza. Verbigratia, el resultado bucólico de la primera nevada:
Y a esta foto la llamo "Las Nieblas de Avalon". Es lo que tiene vivir cerca de un río, que a menudo te despiertas y no ves ni un pijo por la ventana. A los que hayan visto "El guerrero número 13", ¿no os dan ganas de disparar una flecha y gritar ¡ODIN!?
Pues eso, que la casa va avanzando y ya no parece que vivan okupas. ¿A que sí?

25 de noviembre de 2009

Os voy a dar TRES razones por las cuales hace tiempo que no actualizo el blog, pese a la buena racha que llevaba. La primera, es esta visión del estado del salón comedor de mi nueva casa, más o menos un mes después de la mudanza definitiva:
Esa mesa cutre que se ve es el único sitio de momento en el que podemos comer y trabajar con el portátil. Mmmm, no apetece mucho ponerse con el ordena, ¿verdad? Es lo que pienso yo. Aunque al menos ya no estamos comiendo encima de unas cajas cubiertas con un mantel, como al principio. Ahora, visión del pasillo de mi casa, y el
hall de entrada al fondo:
Mmmm, no hay nada para empezar el día con energía como hacer unos ejercicios aeróbicos de esquivación de trastos. Ya tenemos los primeros rayajos en la tarima debido a arañazos de los cacharros tirados por el suelo. Cawen la piuta... Y esta es la habitación que tengo destinada para que mis venerables padres puedan dormir cómodamente cuando vengan a celebrar las navidades con nosotros: Naaaaaa, supercolocadito y monísimo que está todo, preparadita que les tengo la cama, les va a encantar su habitación. Comprenderéis que cuando llegue a casa (tras hora y media de puto transporte público) no tenga ganas de ponerme con el portátil y además me vea obligada a colocar algo en esta leonera. Los fines de semana los dedicamos a las chapuzas y a mirar muebles, porque no tenemos todavía ni un puto sofá, y estamos durmiendo en un colchón de sofá cama tirado en el suelo con escasa resistencia en los muelles porque los HIJOS DE PUTA de la constructora se están haciendo de rogar para venir a arreglarnos la tarima del dormitorio...

Así que un poquito de paciencia, por favor, antes de que os pueda enseñar cosas de decoración en la nueva casa del Metal...

Y me barrunto una entrada futura relativa a Canción de Hielo y Fuego, que quién lo iba a decir leyendo una entrada del blog anterior, así que si aún no os habeis leído los libros, puede ser buena hora que empeceis. Así no os fastidiaré los
spoilers y no perdereis ripio. ¡Besines!

22 de octubre de 2009

El mirlo blanco y el canto en los dientes

Tras pensar que la institución que nos contrata es una cutre que pasa olímpicamente del tema de la prevención de riesgos laborales, hoy me he reconciliado con el tema. Mientras otros compañeros contratados por otra institución tenían sus cursillos y reconocimientos médicos, "nosotros" estábamos a verlas venir, sin perro que nos ladrara y nos dijera "pues vigílate ese sobrepeso", "pues tienes la tensión pelín alta", "uhhhh que no te has vacunado de la hepatitis".
Nuestra única experiencia fue una individua con aspecto de lesbiana estereotipada que nos hizo un cutre-test sobre nuestra exposición a riesgos absurdos, como el trabajo con dinamita, sin molestarse lo más mínimo en detectar otras deficiencias, como la acumulación de 13 personas con sus enseres en un espacio de 30 metros cuadrados, el desorden, la falta de espacio material, la cantidad de estrechamientos y esquinas en las zonas de paso, la incomodidad de las zonas de trabajo, la ausencia de botiquín...
Pero hoy vino otra chica que se tomaba en serio su trabajo. Nos envió un manual y un test que teníamos que realizar para comprobar que nos habíamos leído en diagonal el manual. Eso parecía todo, pero vino en persona a entrevistarnos y ver el laboratorio con ojos más críticos que su compañera anterior.
Y ¡oh milagro!, de sus labios emanaron unas palabras poco habituales. Y es que nos preguntó la tipa, aparte de los riesgos químicos que corríamos, que si teníamos algún tipo de riesgo "psicolaboral". Casi me da un pasmo. "Con los jefes, CON LA DIRECCION, con los compañeros...". Hubo un momento de tragar saliva en el que seguro que todos pensamos mil cosas que nos agobiaban.

Si yo hubiera estado sola en la entrevista me hubiera estado dos horas poniendo los puntos sobre las íes. Pero todos nos contuvimos y le explicamos a la chica que no, que los únicos motivos de estrés psicolaboral eran los derivados de nuestro sector (cuantos deliciosos eufemismos en un rato): precariedad de los contratos, sensación de no pertenencia a ninguna empresa en concreto, malas perspectivas de futuro, roces con los compañeros motivados por la falta de espacio y medios materiales...Hubo mucha autocensura, al menos por mi parte.

Los becarios se quejaban de que "trabajaban a menudo a destajo" y que "el ritmo de trabajo solía ser muy alto". No se lo negué, claro, y me contuve la tos: es su derecho quejarse. Tienen pleno derecho a considerar "estrés psicolaboral" tener que estar a las 8 y media en el trabajo para garantizar que las juergas las dejen para el fin de semana, y salir a las 5 de la tarde sin que apenas les quede tiempo (sólo una hora diaria o dos en total) para mirar el correo, el facebook, el farmville, el puto acuario de los cojones y mil mariconadas más.

Pero yo me acordé de cuando volvía a casa a las 8 de la tarde, y en mi casa seguía trabajando en mi ordenador. De cuando llegaba el fin de semana y seguía trabajando en mi casa. De cuando mi tiempo de ocio venía determinado a mi conveniencia de pasarme a tal hora del sábado o del domingo a hacer alguna cosilla de curro. De cómo desarrollé una especie de fobia a la zona cercana a mi curro, porque apenas dejaba de pasar por allí un día. De las condiciones negreras de mi beca, inframileurista. De la precariedad de medios de mi trabajo. De cómo cuando se me acabó la beca estuve traajando mientras cobraba el paro, con la indefensión legal correspondiente. De cómo después cobré de no sé dónde, y finalmente trabajé gratis mientras dedicaba media jornada a buscarme la vida con una beca misérrima en otro sitio. De la sensación permanente de burn-out y de estar completamente sola.


Me pregunta una tipa ahora por el estrés psicolaboral y psicosocial y claro que me puedo quejar. ¿Pero con la mili que yo tengo? Contenta estoy, y hay que tener presente que esto es España, un país poco decente.
A los becarios les mandaba yo a pasar por lo que yo pasé, a ver si se quejaban de trabajar a destajo.
Después la tecnico de prevenció comprobó in situ la situación de nuestra lata de sardinas. Se escandalizó de ciertos incumplimientos en tema de salud laboral. "La salud es lo primero", insistió varias veces.
Hay que tener cuidado con insistir en estas cosas en ciertos ambientes, donde la gente confunde constatemente los derechos laborales y la preocupación por la salud sociolaboral con venir a pasarse el rato a un sitio en el que no hace falta implicarse demasiado, en el que pasar las horas muertas jugando al Farmville se considera horas trabajadas que no necesitan ser compensadas, donde tener cierta productividad se considera trabajar a destajo y donde si el jefe no comparte tus bromas de patio de instituto, se le considera un borde clasista. A ver si con el tema de "la salud es lo primero"seguimos abusando del concepto "trabajar para levantar un país".

20 de octubre de 2009

Para ir abriendo boca

La mudanza a la nueva casa del Metal se está dilatando más que el divorcio de Belén Esteban. La falta de tiempo del Maromo es la causa principal, pero la cosa es inminente: sólo hace falta que empaquete las últimas cajas y tendremos que cortar el cordón umbilical con la capital, con todo el dolor de mi corazón.
Para que os hagais una idea hemos llegado a tal punto que estamos durmiendo con el colchón sobre el suelo, ropa de cama que tendría que haber sido lavada hace dos meses y utilizando una toalla de baño usada como manta, porque nos ha sorprendido el frío nocturno con todo el menaje en la nueva casa.
Para que nos os aburrais os enseño algunas fotos de la friki-furgoneta que utilizamos en el traslado de los muebles grandes y la mayor parte de cajas.
Obtuvimos prestada la furgoneta de gira de Infernoise: una Volkswagen transporter repintada de negro llena de desconchones de pintura, casi desmontándose de vieja pero aguantando como una campeona.

Eso sí, apenas funcionaban los frenos, el aire acondicionado se apagaba con los frenazos y la puerta del conductor sólo se podía abrir desde fuera. Pero era más jevi que una lluvia de hachas, con calavera incluída en el cambio de marchas y placa de Pantera con imagen de un santo narco para dar un toque de color al salpicadero. Un especial de alta costura del Hola daba el toque femenino y convivía tranquilamente con una Rock news.

No os lo creeis pero tengo testimonio gráfico.


Hicimos más viajes que unos tontos y cargamos los muebles nosotros solos hasta que se me caían los brazos a pedazos: bajando el somier de 200x150 por la escalera desde un tercer piso y un montón de muebles desmontados más que no cabían en el ascensor. Cajas y más cajas compartían sitio con la tabla de surfear de Ix Valieri.
Finalmente, el día previsto para el traslado final se tuvo que retrasar porque al poner en marcha la caldera una vez conseguimos audiencia con su Ilustrísima el Señor del Gas, casi se nos quema la casa. Y es que los muy ruines de Saunier Duval se inventan un sistemita de topes internos de la caldera que hay que conocer y mover antes de la puesta en marcha. El usuario, inocente en su ignorancia, depende por tanto del técnico para la puesta en marcha de la caldera y queda expuesto a sus viles manipulaciones y sugerencias de firmar un caro servicio de mantenimiento.

Y es que para todo hay que saber, y hay que estar con el cuchillo en los dientes para defenderse de los abusos de las casas comerciales.

13 de octubre de 2009

Salto tecnológico, a tomar por culo

Si antes lo escribo antes la pifio...
Mi flamante móvil nuevo se cayó por una imprudencia en cierto recipiente lleno de líquido que no quiero pararme a describir...Se sucedieron los errores...Tarde más tiempo de lo prudencial en poder quitarle la batería y el móvil no podía apagarse...antes de poder secarlo del todo, el flash de la cámara dio fallos...La cosa pintaba muy mal y el móvil se paseó por los parajes de la muerte...El Maromo no daba un duro por él. Pero un descansito le hizo revivir, sucedió el milagro y al menos se puede llamar, aunque sospecho que la batería dura menos ahora y no las tengo todas conmigo...Pero cuando intento utilizar la cámara, el móvil se cuelga...Y ya ha pasado un par de noche en arroz. Ainnns que lástima, con lo contenta que estaba yo, y ahora tengo el móvil tullido y medio inutilizado, y fuera de garantía. ¿Volveré a tener mi camarita funcionando? Mi padre recomienda cirugía intrusiva, y desmontar el móvil del todo, pero no me atrevo a descuajaringarlo más...Qué lástima...
Sic transit gloria mundi.
Recordad, amiguitos, en caso de remojar el móvil, quitadle la batería a velocidad de relámpago y no la volvaís a poner aunque lo veais seco hasta que no pase un par de noches en arroz...Si lo volveis a conseguir encender, no lo useis hasta que "se caliente". No lo vayais a cortocircuitar tontamente como yo...

10 de octubre de 2009

Salto tecnológico definitivo

Juré hace años que nunca más me gastaría dinero en un móvil y lo he cumplido. El juramento nació cuando quise pasarme de Telefónica a Vodafone porque me salía más a cuenta y los deTelefónica me respondieron con una contraoferta. Desde ese momento vi el cielo abierto y decidí que era de pringaos y de enfermos adictos a la tecnología lo de comprarse móviles nuevos a menudo, si las propias compañías se encargan de irte renovando el terminal en un plazo prudencial. Eso, y heredar los móviles viejos del Maromo, que pese a que estén destrozados por fuera de tanto uso suelen ser más modernos que el mío anterior.
Ahora, gracias a una llamada inesperada, he dado el salto tecnológico definitivo y me llevo por la patilla un LG KU990 Viewty con pantalla táctil de esas que tienes que andar con el dedo resbalando como un gato corriendo sobre mármol, mucho mejor que el Motorola con la pantalla rajada que tenía antes.
"Por su buen comportamiento, doña XXX" que me dice el jodío panchito. Lo que no dice el jodío panchito, claro está, pero que a mí no me importa, es que el terminal sólo funciona con tarjeta sim de Vodafone y que tienes que firmar 18 meses de permanencia extras: simples detalles que a mucha gente le harían rechazar la oferta, porque en este perro mundo la gente está dispuesta a hipotecarse 30 años pero cuando se trata de permanecer con la misma compañía de telecomunicaciones un añito más se le cierra el ojete y arruga el morrito y va de independiente por la vida. Pero a mí no me importa porque la fidelidad se ve recompensada, e igualmente gasto menos en teléfono que Belén Esteban en libros de protocolo.
Otra cucada es que te regalan dos meses gratis de tarifa plana de internet pero tras esos dos meses tienes que estar tú pendiente de darte de baja antes de que te cobren los 12 euros al mes siguiente, los muy tunantes.

En fin, un trato al cliente diferente al que recibo de otros lados, como de las chonis maqueadas que no valen para estudiar y se meter a doblar ropa en el Berschka, donde parece que te perdonan la vida cuando te cobran o descambias algo y te miran con asco (en El Corte Inglés, las metía yo a aprender disciplina...inglesa) o los pedorros del H&M, que me cobraron dos veces una camiseta (no tengo por qué mentir y tomarme molestias por 5 euros) y en vez de decirme claramente que no lo cambian me dan largas y me dicen que ya mirarán la cámaras de grabación de la caja. Una manera como otra cualquiera de tenerme esperando en vez de montarles un pollo y pedirles la hoja de reclamaciones allí mismo. En fin, que abusan de nosotros como quieren.

8 de octubre de 2009

La china del todo a cien de mi barrio está embarazada. La última vez que entré en la tienda, para matar el tiempo y comprar alguna tontería, le quedaba una semana para dar a luz. Pero no lo supe porque la china del todo a cien de mi barrio sea la típica embarazada que va por ahí contándole a todo el mundo sus cuitas obstétricas. Lo supe porque la pobre china del todo a cien de mi barrio tiene que aguantar que todas las petardas marujas de mi barrio que entran en su tienda le pregunten lo mismo sobre lo mismo: "hala, que gordita estás ya", "¿y cuanto te queda?", ¿"es chico o chica?". Supongo que la pregunta de qué nombre le va a poner se la ahorrar para evitar una retahíla de monosílabos chinos.
Una característica de la china del todo a cien de mi barrio (que a mí más bien me parece taiwanesa o vete tu a saber de dónde) es que siempre tiene la misma cara, pone los mismos ojos, habla en el mismo tono y tiene siempre el mismo acento español guarrero casi imposible de entender. Vamos, que si te dice un precio pone la misma cara que si está hasta los huevos de que las marujas petardas de mi barrio la acosen a preguntas sobre su bombo. Porque no me puedo creer que tras estar todo el día detrás de un mostrador aguantando purria que compra barato y la acosa a preguntas monótonas no se agobie un poco.
Esa última vez que entré en la tienda, una mujer le preguntó (después de hacerle los pertinentes comentarios sobre lo poco que le quedaba ya y de lo que le flipaba que siguiera trabajando a falta de una semana de salir de cuentas, en vez de estar de baja tocándose el chichi en su casa como una española corriente, siendo el último colofón de mi cosecha) que si se iba a tomar los cuatro meses de baja.
Lo bueno que tiene la cara de póker de la china del todo a cien de mi barrio es que cuando oye esas cosas no le traiciona el gesto y no se le nota que está pensando: "pero tú eres gilipollas o qué te pasa, tu te crees que siendo china y encargándome de este negocio me puedo permitir una baja de cuatro meses como si fuera una funcionaria española cualquiera??". En su lugar es capaz de mantener la gélida expresión botoxiana natural y contestar con el mismo español chapucero que no, se traerá al niño (lo pondrá supongo en el medio metro cuadrado de espacio libre que le queda al lado de la máquina registradora detrás del mostrador) y que si no está ella, los otros chinos de la tienda no se enteran porque ella es la única que se sabe todos los precios. La maruja se fue deseándola mucha suerte.
Yo compré lo mío y me fui sin preguntarle si iba a ser niño o niña (lo oí pero no me acuerdo, creo que niño) ni desearla suerte en el parto. Yo también soy una petarda, y además grosera y maleducada, solo que con la boca cerrada.
No me gustaría tener que volver a esa tienda antes de la mudanza. No quiero ver que la china no está, ni que vuelve al cabo de tres días y tiene a un recién nacido aparcado todo el día en el medio metro cuadrado de espacio libre que le queda al lado de la máquina registradora detrás del mostrador. Aunque al menos ese niño podrá estar con su madre.

7 de octubre de 2009

La ciencia en España no necesita tijeras

Interesante iniciativa, tan útil como plantar coles en el desierto.
Mi razón para no cortar en presupuesto en I+D...pues...¿de qué sirve esforzarse en entender algo básico a los mequetrefes indocumentados y miopes que nos gobiernan?
Seguro además que están pensando en ampliar el proyecto de construcción de un resort en los Monegros, añadiendo algún parque de atracciones y un par de casinos más para contrarrestar el desempleo, la precariedad laboral, la falta de productividad, el desperdicio de talento y la falta de empleo cualificado.


4 de octubre de 2009

A colación de la penúltima entrada, traducción via Spinvox de un recado del Maromo para decirme que los de Seur vienen a entregar el lavavajillas de 2 a 3.

Cari, llamame. M. Porque favor. Dice que mama de leopardo eso __. Gracias hasta luego.

Pues eso, que viva la tecnología que nos simplifica la vida. Primero me llaman Adolfo, y ahora esto...

1 de octubre de 2009

Apostasy: a new Odissey (I)

Tengo el blog anticuado y hecho un bebedero de patos, y San Gúguel no me ha ayudado a buscar una entrada enterior, pero creedme cuando os digo que yo había iniciado con todos los papeles en regla el procedimiento de solicitud de cancelación de datos de mi partida de bautismo, lo que se conoce (o si no se conoce lo conozco así yo) como "apostasía en condiciones". Pero como es sabido que en este país las togas y las sotanas son del mismo color, al Tribunal Supremo de le puso en los cojones que todos tenemos que seguir chupándosela a la Santa Iglesia Católica, y que puede manejar datos como le salga de los mismísimos y negar a los apóstatas el derecho constitucional de decidir su propia creencia religiosa en base a retorcidas argumentaciones. Perdonad que me ponga bajuna pero es que a veces me dan ramalazos del Síndrome de Belén Esteban, una grave enfermedad crónica y degenerativa que ya os explicaré en detalle en otra ocasión.
Como los recursos que va a llevar a cabo la Agencia Española de Protección de Datos van para largo y en realidad yo soy una apóstata civilizada, me conformo con la famosa anotación marginal en mi partida de bautismo, no hace falta que me borren los datos si la cosa se pone tan cuesta arriba. Da rabia porque eso significa plegarse a lo que decidan los tribunales eclesiásticos y no los civiles como debería ser, pero me corre cierta prisa la apostasía.
Así que he puesto manos a la obra en mis ratejos libres.

Resulta que llamé hace unos días a la parroquia donde me bautizaron y se puso una señora muy paleta, que debía ser la señora de la limpieza o alguna beata que como no tiene edad para muñecas se dedica a vestir santos y ayudar en la Iglesia, y conseguí que me entendiera que deseo la partida de bautismo. No me hace muchas preguntas pero por más que pega algún grito llamando a alguien en plan pueblerino, ella no me puede dar lo que deseo, y me aconseja que llame por la mañana pronto o por la tarde preguntando por el padre X (que por el nombre debe ser un panchito, o catalán, o guiri), que es el que se encarga de enviar las partidas por correo o por e-mail (????? qué modelnos).

Pasan unos días atareados hasta que esta tarde, aprovechando que no queda nadie en el curro, llamo otra vez para intentar localizar al padre X. Entonces ocurre la conversación de besugos que quiero relatar.
No se pone el padre X, sino otro hombre mayor con voz de cura de pueblo. Una auténtica voz de pariente de Paco Martínez Soria con sotana hasta los pies y boina y expresiones pueblerinas la mar de graciosas pero poco prácticas. Me dice que a lo mejor me puede ayudar él.
Le pido la partida de bautismo y me pide los datos, nombre, fecha de nacimiento y dirección.
Cuando le digo el pueblo, empiezan los problemas, porque ese pueblo (le tengo que proporcionar otras localidades próximas más populares porque no tiene ni guarra idea de por dónde cae) no pertenece a la Diócesis de los Madriles, sino a la de Getafe.
Y que para qué es la partida de bautismo.

Y ahí me corto un poco y cometo la misma mentirijilla que la mayoría de apóstatas en estos casos, que es decir que la quiero por matrimonio, no por apostatar (para evitarnos una negativa, que nos cuelguen el teléfono, que nos echen la charleta, que nos amenacen con el infierno, etc).
Siguen los problemas. Porque claro, que la caducidad de la partida es de 6 meses, que cuándo nos vamos a casar. Que si es en primavera imposible, que llame en enero. Que dónde nos vamos a casar, y le digo que lo estamos mirando. Que no se qué follones sobre la legalización, que cuesta 10 o 15 euros y que es necesaria si tengo que a Getafe a decir que me cambien de Diócesis o yo que sé. Que la partida me la envía contrarrembolso pero que no se qué gastos (einnnn??? pero no era gratis??? no era ilegal que te pidieran dinero???).

La cosa de las diócesis se empieza a poner chunga y le confieso que no es que viva donde le he dicho, que es que me voy a mudar, pero que sigo estando censada en los Madriles, por si se puede hacer la triquiñuela de evitarme la legalización por cambio de diócesis.
Ahí el buen hombre ve el cielo abierto, pero me pregunta que dónde vive el novio.
Y yo: "pues en el mismo sitio que yo".
Al hombre se le cortocircuita el cerebro.
"No, no, qué cual es la ciudad del novio".
"Pues la misma que la mía, vivimos en el mismo sitio".
"¿Cómo que en el mismo sitio? ¿Pero dónde vive él?"
"Pues en mi casa, vive conmigo"
Tras insistirle un poco más sobre las leyes físicas que permiten que dos personas compartan casi idénticas coordenadas espaciales, al fín se cosca del percal.
"Ay, madre, madre, que vivís juntos, bueno bueno..." (y poco menos que lo noto santigüándose al otro lado del teléfono). Siglo XXI forever, y tal.
Entonces me empieza a preguntar, dado que esa circunstancia pecaminosa nuestra no le ha gustado un pelo, que dónde viven los padres del novio, y empieza a hacer cábalas de que si yo soy de Madrid y ellos de Fuencarral bla bla bla. Que hay que tener en cuenta las charlas prematrimoniales y bla bla bla, en fin, digno de Gila recién levantado.
Pero que no hay nada que hablar, que llame en enero para que no me caduque la partida.

Ahora la he cagado con todo el equipo. Yo que me esperaba una cosa sencillita, sin preguntas, y gratuita, y esto es un eslálon. Quizás si hubiera dicho desde el principio que era para una apostasía me hubiera evitado lios de diócesis. Si me renuevo el censo y ya no vivo formalmente en Madrid, la cosa se puede complicar. Quizás me toque ir al quinto pino a buscar físicamente el dichoso papel. Y a encarar la bronca, claro. O pagar más.
Porque ese Paco Martínez Soria de todo a cien tenía toda la pinta de darme largas en el tema de la apostasía, o colgarme el teléfono. Mucho paleto y lo que queráis pero parece un huso duro de roer.

Ahora tengo que dejar pasar el tiempo para que no se acuerde de mí o intentar contactar con el padre X, que no me conoce, para pedirle otra vez la partida y esta vez con la verdad por delante, estando preparada para que se resistan cual culebra aceitosa e intenten aturdirme con sus argumentos del siglo XIII o con cualquier complicación logística ante la cual yo no pueda reaccionar. ¿Me tendré que poner farruca, amenazarles con boicotearles una misa para que me excomulguen, decirles que pienso llamar a los de la tele para que les saquen por bordes?

Poco acostumbrada está esta gente a pensar que cuanto más difíciles pongan las cosas, más consiguen que la gente se enrabiete y luche más por conseguir lo que está en su derecho de exigir.

30 de septiembre de 2009

Si sale barato es por algo

Para mayor expansión lo cuelgo aquí: se trata de una opinión negativa sobre el servicio de la popular página web de compra por internet de electrodomésticos y electrónica, www.redcoon.es.

"Compramos 4 electromésticos en Redcoon porque realmente te ahorrabas unas buenas perras, pese a los gastos de envío, y además hay más variedad de modelos que en las tiendas "físicas". Sin ellos no podíamos iniciar la mudanza a la nueva casa. Tras tres semanas sin saber de ellos, llamamos para saber por qué narices aún no habíamos recibido noticias suyas. Resulta que no tenían en stock el lavavajillas solicitado, y en vez de llamarnos ellos a nosotros para avisarnos, habían pasado del tema hasta que nosotros habíamos reclamado. Entonces nos propusieron enviarnos un lavavajillas de modelo superior al que nosotros habíamos solicitado por el mismo precio, ya que el que nosotros habíamos elegido no estaba en stock (pese a que en la página web ponía que sí). El problema es que nosotros estábamos de vacaciones y no podíamos encargarnos en ese momento de la llegada de ningún envío, así que acordamos con la gente de Redcoon que no le dábamos todavía la aceptación del cambio, hasta que volviéramos de vacaciones.
Pues bien, hicieron caso omiso e iniciaron el envío, y nos encontramos con que los de Seur (empresa de transporte contratada por Redcoon) ya tienen el pedido listo para entrega. Y nosotros de vacaciones sin poder atenderles. Menos mal que aceptaron retener el pedido en la nave varios días hasta que estuviéramos disponibles para aceptar la entrega.
Entonces empieza la odisea con Seur. Sin duda es la peor empresa de transportes de España, y el ahorro en esas cosas es lo que está detrás de los buenos precios de Redcoon. Además el servicio que tienen contratado es el más chapucero, el de Seur 24 horas, que consiste en que los de Seur se piensan que en todos los hogares de España hay una maruja esperándoles en bata con los rulos puestos el tiempo que haga falta, sin que se pueda concretar mínimamente una hora de entrega para facilitarle la entrega al sufrido currito que no puede perder días de trabajo así como así. Vamos, que si la entrega es de 9 a 8 de la tarde, tienes que perder el día entero para esperar al transportista. Además de que por supuesto sólo te suben a casa lo que pueda ser transportado por una persona, para los bultos grandes tienes que llamar a tus amigos forzudos para que te vengan a ayudar porque los de Seur se desentienden.
Tras dos o tres días persiguiendo al de Seur, desplazándonos a la casa vacía en balde porque después el transportista no se presentaba o no le coincidía nuestra ruta a una hora decente, recibimos el pedido. Pero por tema de prisas no abrimos los embalajes ese día, craso error.
Dos días después, los desembalamos y descubrimos que el lavavajillas tenía serios desperfectos y abollones .
Y ahí es donde descubrimos otro de los secretos de los buenos precios de Redcoon: su nefasto servicio de post-venta, con condiciones draconianas y abusivas de devolución (básicamente, no devuelven todo el dinero, no descambian artículos de electrónica y se desentienden completamente si han pasado 24 horas desde la aceptación del envío hasta la reclamación).
Todo basado en una normativa de 2003 claramente abusiva hacia el consumidor y que según parece, propone unas condiciones ilegales. ¡Por supuesto que la empresa tiene que hacerse responsable de unos desperfectos tan serios, aunque hayan pasado 24 horas antes de la reclamación! Hacen firmar al bisoño consumidor unas condiciones abusivas que le hacen creer que tiene que aceptarlas calladito cuando en realidad la ley lo protege más de lo que parece.
Pero los de Redcoon se lavaron las manos y echaban la culpa de todo al transportista.
Tras una serie de broncas telefónicas, echamos mano de unas malas artes que evidentemente no voy a describir para que nos aceptaran la reclamación de devolución del lavavajillas.
Y vuelta a empezar con los impuntuales de Seur y a perder un día entero esperando a que se dignaran a pasar a recoger el lavavajillas defectuoso.
Tras otras dos semanas nos envían el lavavajillas nuevo y acaba la pesadilla de llamadas y de perseguir a unos y a otros.
Aunque la cosa ha acabado bien, han sido dos meses de echar de menos los servicios post-venta de El Corte Inglés.
¿A qué se deben los precios de Redcoon?
A condiciones abusivas de devoluciones, pésimo servicio post-venta, contratación de empresas de transporte poco serias con servicios poco adaptados al cliente...Y no quiero ni pensar en que se hubiese tratado de algo electrónico, porque eso sí que no te lo cambian.

En fín, que se nos han quitado las ganas de volver a comprar nada con Redcoon. Es una lotería y como tengas algún problema, te espera una pesadilla. Para contrastar, la marca del lavavajillas (Balay) se hacía cargo de la reparación del susodicho a pesar de que los desperfectos eran claramente debidos a golpes en el transporte. Pero nosotros creimos más conveniente luchar para que nos dieran un electrodoméstico "virgen" que viniera perfecto de origen.
"

25 de septiembre de 2009

Mirad qué cucada me he encontrado en la red



Y eso que se puede confundir con la A de "adulterio" del libro de "La Letra Escarlata"...que vaya bodrio, madre mía...con deciros que es mejor la película, con eso lo digo todo.

23 de septiembre de 2009

Mis mitos eróticos (IX): El de "Ajuste de Cuentas"

Como estamos oiga. Que parece que se han acabao mis mitos bidimensionales. Pero nooooo. Que ya que estamos con los héroes de carne y hueso, sigo con la racha, antes de que se hagan viejos.
Uno de mis ídolos más incomprensibles, como si lo viera, es mi afición por el ínclito Vicens Castellano, alias "el gay de Ajuste de Cuentas" (lo de gay es una sospecha del Maromo, pero lo que creo que tiene son celos).
Aparte de que me parece que tiene buenos huesos, buena piel, buen vestir (aunque un poco chupi-rancio) y es lo suficientemente macho como para gustarme pero no lo suficiente como para no oler bien, me gusta su voz. Después del Punsi, es el catalán con acento más mono de la tele. Mirad además ese peacho currículum. Le generaba yo las posibilidades que le hicieran falta.

Bueno, el caso es que aparte de las hechuras, lo que más me gusta de este hombre es su paciencia para con los gilipollas y los petardos, y la calma y templanza con la que imparte los consejos.
¿Que se encuentra con una pareja de desequilibrados que sólo saben comprarse ropa y se gastan al mes en peluquería más de lo que yo me gasto en un año con bodas? Él mantiene la calma.
¿Pijos de mierda que viven a todo tren sin darse cuenta de que si vienen mal dadas, la cagan con todo el equipo? Ante todo, no perder la compostura.
¿Familias imbéciles que teniendo un piso vacío están al borde de la quiebra porque se resisten a alquilarlo? No perdamos los estribos.
¿Gente gastando burradas en chucherías, lotería y tabaco? No paaaaaaasa nada.
¿Adolescentes que viendo que la familia se hunde siguen sin ponerse a currar? Asertividad forever.
¿Que estás a dos velas y te pones a pagar una boda y un bautizo? No se dice ningún taco.
¿Empanaos que no encontrarían un mejor empleo ni aunque se tropezaran con él por la calle? Paciencia, que es la madre de la ciencia.
No os penseis que me río de las desgracias ajenas; soy una reciente hipotecada condenada a una vida espartana (si Leónidas se cansa de Gorgo, yo me ofrezco a contarle las pastillas de la tableta de chocolate). El Euríbor me produce sudor y temblores, pero al menos nadie puede decirme que gasto por encima de mis posibilidades.

Vicentito lo mismo te pone un candado en la nevera que te confisca las tarjetas que te abronca por las facturas, y también te pone el hombro si discutes con la pareja; cualquier cosa, pero no levanta una ceja más que la otra. Es un samurai de la economía familiar.
Le admiro. Quiero que me enseñe a que no me suba la tensión cuando tengo que hacerle saber lo obvio a un paleto. Habría que meterlo en el Congreso para haber si aguantaba el ambiente.
Sé que es difícil que me comprendais porque encima seguro que teneis prejuicios acerca de lo aburrido e inútil del programa (la inmensa mayoría de casos son demasiado extremados y "fáciles" de solucionar), pero sabéis lo que me gusta el rollo "mira dentro de tí y descubre tu fuerza", "luchando conseguirás lo que quieres", y todo ese rollo MANOWAAAAAR!!!!!

21 de septiembre de 2009

Parece ser que se acabó

Como ya comenté hace tiempo en este blog, hubo una época feliz en la que yo hervía de actividades más allá de acabar el doctorado: no sabía decir que no. Por eso y por si no tuviera ya suficiente con mi complicada vida, me metí a colabora de un blog de divulgación científica, asidesimpleasidenatural.blogspot.com, creado por un inefable compañero mío del CAP y secundado por una pnadilla de devoradores de patatas bravas. La idea era muy buena, la ilusión era muy grande, pero actualizar un blog a diario, teniendo que buscar bibliografía y currarse una entrada divulgativa cuesta un montón, además quisimos darle valor añadido traduciéndolo al catalán y ofrecer un blog que fuera bilingüe. Era más trabajo que crear una entrada normal. Las visitas nunca fueron muchas, aunque intentamos darle publicidad. Incluso en la página de la Generalitat nos linkaron como blog de divulgación recomendado. Pero el trabajo de los colaboradores se fue haciendo inconstante, algunos abandonaron el barco, a los que tiraban del carro les empezaron a salir callos en los dedos, y al final cada mochuelo decidió que ya bastante lío era cuidar de su olivo. Asi que se quedó el líder solo, hasta que también se cansó.

Aunque el blog hacía luz de gas, no deja de sorprenderme y disgustarme, y me siento culpable. Pero ahora bien, un blog muere más por falta de motivación que por falta de tiempo, y ahí acuso a los internautas en general por esa pereza y ese horchatismo hematológico a la hora de dejar comentarios que se percibe por doquier, salvo en los blogs cómicos. Sin feedbacks, positivos o negativos, los autores no pueden evitar pensar que estan perdiendo el tiempo y tarde o temprano dejan de actualizar el blog.

Una persona ocupada no puede estar todo el día escribiendo para sí mismo, esperando que algún amigo despistado deje un triste comentario, cuando sabe por el número de visitas que hay gente desconocida que también ha leído las entradas.
Así que yo pido, por favor, que no seais unos putos perros vagos de mierda y escribais vuestras opiniones sobre cualquier tema que aparezca en el blog, o cualquier cosa que se os ocurra, buena o mala.
Yo cuando navego por ahí y me topo con otros blogs, raramente me puedo resistir a la tentación y dejo algún comentario. A veces porque me hierve la sangre de indignación, y a veces para felicitar al autor.
Así que lo que yo digo: no me puedo creer que haya tanto
horchatismo hematológico.
Sin comentarios no hay blogs, chavalotes.

19 de septiembre de 2009

La nueva casa del Metal (avance)

Se acerca el día que todos estais esperando; la presentación de las fotos de la nueva Casa del Metal, una casa que está más al sur que la anterior, más cerca del Monte del Destino. Una casa que nos va a dejar sin vacaciones muchos años para poderla pagar, una casa donde celebraremos la mayor cantidad de fiestas posibles antes de que el Euríbor nos eche de ella, una casa en la que ojalá que puedan nacer mis hijos. El único piso que nos gustó de todos los que vimos, que encanta a todo el que lo ve, pero con un gran defecto: está como un poco a tomar por culillo. Qué se le va a hacer, engrosaremos las filas de capitalinos de corazón expulsados a la periferia por el precio de los pisos.

La fecha de la mudanza es indeterminada pero hemos ido llevando las suficientes cosas como para tener la casa hecha un almacén, así que está impresentable y descolocada. Antes de que empiece a parecer un conato de hogar os presento las fotos de la única parte de la casa que está aceptable: la terraza. Sí, amigos, el piso tiene ese peaso de anexo en peligro de extinción llamado terraza, una terraza del copón, o como yo prefiero llamarla ahora que tengo muchos amigos fumadores, narcosala con vistas.
Y precisamente como las vistas y la orientación son otro de los grandes pros del piso, pues eso es lo que os enseño para que vayais abriendo boca.
Imagen de la narcosala en sí, con las primeras plantitas incluidas. Doce metros cuadrados especialmente diseñados para atraer polvo y arena a fin que después un colega del Maromo se pasee descalzo y plante la peana en toda la pared, a fín de que Angainor tenga que venir después con un paño a limpiar las putas pisadas y a recoger las putas colillas que dejó. Pero no todo fue tan grave: dejaron las colillas en un tarro de cristal porque a pesar de que había media docena de ceniceros ya distribuidos entre la cocina y el salón, es sabido que un varón es incapaz de encontrar lo que necesita si no hay alguna criatura con vagina en un radio de 10 metros. La foto se realizó después de limpiar las pisadas, claro.
El "asomadero". La terraza de los segundos estaban descubiertas, pero el Maromo parece ser la única criatura en el universo que la prefiere así; todos los demás seres racionales que han opinado creen que es más bonita la terraza cubierta del primer piso. Y sí, se ve un bosque con trigales dorados al fondo, qué bucólico todo.
Visión del espléndido bosque que bordea el arroyo que hay enfrente de mi casa. a) Garantizará que nadie me construya un edificio feo delante. b) Me llenará la casa de pelusillas de chopo amenazando con volverme alérgica. c) Crea un microclima en esa parte del pueblo donde corre algo más el aire y se está más fresco. Las fotos están sobreexpuestas porque la luminosidad al mediodía es brutal. Y qué me decís de esa peacho piscina para pasar las tardes de verano domingueras intentando descubrir qué hijo prepúber de los vecinos es más gritón y gilipollas, o a mirar al socorrista y pensar cómo es posible que un tío que se pasa el día sentado a la sombra tocándose los huevos puede cobrar 1000 euros.
El bajo: tiene más terraza pero menos intimidad y cero vistas. ¿De qué sirve tener espacio para poner unas hamacas donde tomar el sol en bolas si en cualquier momento puede asomarse la vecina del primero haciendo fotos?
Visión izquierda: pádel donde los nuevos ricos se dedican a aznarear y torre de alta tensión, que que que que que qué preciosidad, madre mía.
Visión general del pueblo. Prueba de agudeza visual: ¿alguien puede distinguir un torreón del siglo XV en esa imagen?
Otra visión del pueblo con las inevitables gruas madrileñas al fondo. Caminito perruno en primer plano. Hay tres cosas que apetecen hacer cuando uno mira por mi terraza: a) Irse a curiosear al bosque, que tiene pinta de ser muy fresquito. b) Darse un chapuzón en la piscina. c) Seguir ese caminito para saber hasta dónde llega tanto a izquierda como a derecha. ¿O no?
Lo mejor: el conserje (?) ganándose el sueldo fregando no sé sabé qué coño. ¿Cagarrutas de pájaro? Lo más probable.

Qué lujo, que glamurización, que cosa más fina, poder sacar a tu hijo a hacer rallies por los largos pasillos sin cagarrutas de la urbanización.

¿Qué me decís? ¿Tiene buena pinta o no? ¿Os vendréis a tomar unos pelotazos en mi terracita una noche?

16 de septiembre de 2009

Y este es el resultado final de mis horas de asueto dejándome las pupilas en el puzzle Guernika de 3000 piezas, dedicando cualquier minuto libre en intentar distinguir las piezas gris oscuro, de las gris menos oscuro, de las gris clarito, de las gris oscuro con leve rayita negra. Y sin perder ni una oiga, aunque se me cayeron varias veces, a base de no barrer demasiado el salón, concienzudamente.
Lo vamos a colgar, pladur mediante, en una pared preferencial del salón de la nueva casa, donde se podrá ver nada más entrar en la casa, porque aunque pierde mucho en foto, causa admiración a quien lo ve.
Eso sí, incumple las reglas del Feng shui, que dice que no se pueden tener cuadros de temática triste o violenta. Pero digo yo que que el día que entre un experto en Feng shui en mi casa se preocupará más de los más de 400 discos de heavy metal, el cuerno vikingo y las figuritas de guerreros...

Enmarcar el puzzlito de marras me ha costado la corteza adrenal, pero me han ahorrado la pesadilla de tener que pegar el puzzle yo misma y los marcos (elegidos por mí contraviniendo los consejos del enmarcador) han quedado muy propios... Llevar el bichito de casi metro y medio de largo sin pegar al taller requirió de la colaboración de 3 personas sin miedo a hacer el ridículo por la calle, toda una movida...


¿Creeis que hay mucha gente en el mundo que se quejaría si les pongo a comer debajo del cuadro? Teniendo en cuenta que una chica me preguntó que si no me daba miedo entrar en la página de
www.rafabasa.com porque había una calavera, ya me espero todo tipo de pánicos, fobias y manías...
Está todo el mundo medio amariconao.

14 de septiembre de 2009

Mi amiga Vane

Mucha gente que me ha conocido sabe que no me gusta reencontrarme con el pasado. Que cuando cierro la puerta, la cierro con llave (véase entradas de 2 julio de 2007). Cuando paso página, la paso para siempre. Que no me gusta toparme con otros arrieros en el camino. Si tengo que cambiarme de acera, me cambio. Si tengo que girar la cara, la giro. Y no siempre es porque no me haya cicatrizado alguna herida.
Yo al Facebook le he dado poco uso, porque no encuentro ningún aliciente morboso en volver a hacerme amiga de quien perdí hace muchos muchos años. Así que he buscado pocos fantasmas del pasado. Pero un fantasma del pasado me encontró a mí, y de forma excepcional, me encantó.

Como cualquier otra niña de las Españas, supongo, yo tenía una amiga de la infancia llamada Vane. Mi Gran Amiga de la Infancia con todas las mayúsculas. Vecinas. Uña y carne. Tremendísimas. Nuestra afición favorita, meternos cartas por debajo de la puerta. Cartas con sobres y dibujos hechos por nosotras, con abundancia de colorines, corazoncitos, animalitos, te-quiero-mucho, firma-aquí-si-quieres-ser-mi-amiga-para-siempre y toda la parafernalia propia de una cría de Homo sapiens en su etapa pre-Manowar. Yo no era muy aficionada a ir a las casas de otros niños, pero la suya era la excepción. Además había que meterle la carta por debajo de la puerta. A veces la carta estaba tan llena de dibujos y parafernalia que no cabía, y era un problemón. A veces nos pillábamos in fraganti deslizando el sobre por debajo, pero la gracia era hacer como si nada y no abrir la puerta, porque lo divertido era encontrarlo por sorpresa.
No me preguntéis cuáles fueron los orígenes de la amistad porque no me acuerdo. Sólo recuerdo la tonelada de cartas que le escribí y que recibí y que en algún momento de imperdonable furia ordenadoril tiré a la basura. Seguramente conservo algunas de las más entrañables, pero haberlas guardado todas me proporcionaría ahora unos buenos momentos de cachondeo hiperglucémico.

Vane y yo éramos distintas. Mientras yo parecía salida de una familia idílica, ella vivía en peor piso que yo, tenía un hermano con un problema psicomotor, su padre era un policía con revistas porno en el coche y tenía problemas matrimoniales serios con la madre de Vane.
No sé si fue por eso que Vane creció más pronto que yo. No físicamente, porque a mi todo me ha llegado "en tiempos", pero yo ya me daba cuenta de que había cosas que estaban cambiando. Señales muy sutiles, casi imperceptibles.

Por ejemplo, un día que jugábamos en su habitación con sus Barbies y los ponys. Yo era pro-pony a muerte, llegué a tener como 15, entre otras cosas porque las petardas de mis tías me seguían regalando ponys incluso hasta cuando yo ya me estaba cansando de ellos. Pero tuve una época de ardor ecuestre que no hacía presagiar que yo me desharía de mis ponys regalándoselos a una prima pequeña que los despreció y los hizo desaparecer para dolor eterno mío. ¡Lacitos! ¡Manzanitas! ¡Plumitas! Nunca os olvidaré. Lo que haría por recuperaros, madre mía.

A lo que íbamos. Yo con esos cuadrúpedos hubiera seguido hasta el fin del mundo (bueno, hasta que fueran sustituídos por los Pin y Pon). Otros niños andaban con los Clicks y otros muñequitos, pero a mí me gustaban los ponys y les sacaba todo el provecho que cualquier otro niño sacaba de un juguete humanoide de dos patas: me inventaba historias, les hacía besuquearse, les creaba casas y profesiones, hasta les hacía vestidos, a los jodíos (hacerle trajes a un cuadrúpedo inmóvil tiene mucho mérito, no os creais).
Vane en cambio dio más pronto que yo ese terrorífico salto que va desde los ponys...a las Barbies. Las Barbies, aunque tengan fama de yankis operadas y frígidas, son más sexuales que los ponys. Yo por aquella época estaba en mi época anti-femenina de resistencia a la superficialidad de mis tías, y juraba que jamás llevaría faldas ni vestidos, porque relacionaba los trapitos con ser gilipollas, y no quería ponerme a jugar con vestiditos cursis de muñecas.
Pero Vane me convenció un día para jugar con sus Barbies y los ponys a una tórrida historieta zoofílico-lésbica que consistía en jugar...¡¡¡A las Barbies amazonas!!!
Bueno, bueno, bueno, dejo que dejéis volar vosotros mismos vuestra imaginación y visualiceis en vuestra mente una película sobre Barbies desnudas montadas a caballo, retozando por la habitación. No sé si suena suficientemente erótico pero si yo con 7 u 8 años me escandalicé un poco, es porque la cosa llamaba la atención.

Otra ocasión que me llevó al escándalo es cuando no se le ocurre otra cosa a la Vane que tenderme en un banco de la calle y subirme la camiseta hasta que se me viera el ombligo para juguetear a los médicos. Y no es que yo me opusiera a enseñar carne, pero córcholis, tuve que abortar el juego enseguida porque podría haber elegido un lugar y un momento en el que no estuvieran los chicos del bloque jugando al fútbol delante nuestro. Madre mía, se giraron a mirarme con los ojos echando chispas y ella no se daba cuenta. Por lo visto iban tan adelantados como Vane.

Y aparte de otros detalles, también me causó preocupación que sustituyera su afición por Snoopy por hacerse superfan de George Michael, que en aquella época estaba en pleno esplendor y todavía no se sabía que era gay. Yo con Pedrito de "Érase una vez la vida" tenía suficiente.

No os penséis que yo era completamente ingenua. Porque una cosa es mantener las emergentes hormonas bajo umbrales discretos y otra cosa es no ser criatura de este mundo.
Yo sabía mis cositas sobre el tema de las flores y las abejas, como demuestra el hecho de que me sentara mal que, una vez que Vane me estaba sujetando las piernas hacia arriba para enseñarme a hacer el pino puente en la calle, un chico mayor pseudo-yoncarra de su bloque le comentara a nuestras espaldas a otro niño, con un tono paternalista y didáctico que nunca olvidaré: -"¿Ves? Eso son dos lesbianas".

Así que no es que yo viniera lenta o retrasada: es que las cosas de la naturaleza y los subidones hormonales me gusta vivirlos en la intimidad, sin presiones ni interferencias externas. Por eso empezó a notarse un desfase entre las inquietudes de Vane y las mías, y eso que ella tampoco había llegado muy lejos...

Pero lo que ocurrió al final con nuestra amistad es que la madre de Vane era más responsable que la mía y la cambió de colegio, a otro colegio público más alejado y decente, para no seguir en un puto colegiucho calamitoso malorro con parque llenito de jeringuillas de heroinómanos delante como al que seguí yendo yo.

La memoria es débil pero yo lo viví como una especie de traición. En aquella época era mucho más posesiva con mis amistades, porque aún no me había dado cuenta de que es poco razonable esperar que las amistades infantiles sean eternas, porque la gente cambia y tenemos derecho a rechazar unos ambientes e introducirnos en otros círculos. El caso es que Vane recibió el último empujón hacia la pubertad y yo me quedé como una niña más sola que rabia viéndola pasear con sus nuevas amigas más pavas y más pijas. Por eso creo que dejamos de hablarnos y se acabaron las cartas rosas, y Vane se convirtió en un recuerdo muy muy lejano.

Luego me mudé a las tierras periféricas, empezaron mis lágrimas, y para Vanes estaba yo.

Pero muchos muchos más años más tarde, muchos amigos más tarde, mucha mucha lluvia caída, me encuentro un mensaje del Facebook de que Vane quiere ser mi amiga de nuevo. ¡¡Y me gusta la idea!! Y la añado encantada y flipo con su nuevo look, irreconocible. Y hablamos y le cuento mi vida porque yo estaba en unos días de bajón. Y también me alegro de que me cuente su vida y me resuma tantos años en unas pocas líneas. Y ocurre una cosa increíble y es que esta chica a la que yo sólo conocí de niña me sube la autoestima cuando aprecia sinceramente los logros que he conseguido en la vida. Porque lo que a mí me parece ser mediocre, hacer sufrido, ser una pringada, a ella le pareció haber llegado lejos, y a su madre también. Y me pide fotos y me dice que estoy guapísima y reconoce el valor de tener una foto con Doro.

Porque nuestros caminos se bifurcaron muy pronto pero a ella también el destino la volvió rockera, y cantante amateur. Y me complació ver que no parece haber seguido el camino piji-ñoño que yo auguré cuando la vi pasear con las chicas de su nuevo colegio. Y le prometí una cosa que aún no he cumplido, y que para mí es un deseo y un triunfo, que es reecontrarme con ella y tomar algo para recordar los viejos tiempos, y los presentes. Vane no lo sabe, pero con ella hago una excepción y la hago gustosísima, porque he recuperado ese cariño y la quiero agradecer que me abriera los ojos hacia lo que es mi vida con sus comentarios amables y su ilusión, y no me da miedo quedar con ella y conocer en lo que se ha convertido. Porque sea lo que sea lo que la vida haya hecho con ella, me volvió a llenar el corazoncito de arco-iris, piruletas y Snoopys calcados con plastidecor.
Eso me ha llegao, Vane, eso me ha llegao. Apareciste cuando te necesitaba.
Hubo un tiempo que que creía que te había olvidado, pero en verdad nunca te olvidaré.

5 de septiembre de 2009

Cuando estaba haciendo la tesis, el infierno que vivía con mis compañeras eclipsaba cualquier otra miseria de mi vida. Eso me ha impedido descubrir a tiempo que no brillaba tanto lo que yo creía que era oro. Aunque ahora mi estatus en el trabajo es mucho mejor, me lamenta descubrir que en todos sitios cuecen habas y que los mismos fantasmas siempre te persiguen.
Las compañeras cotorras, maledicentes y marujiles se han transmutado cual Pokemons en versiones pavas de los mismos demonios, contribuyendo a agrabar mi preocupante misoginia. Los primeros piques han aflorado. Todo es tan repetitivo que aburre.
Necesito recopilar toda la energía cósmica posible para acercarme al zen, chocarme en el supermercado con Ramiro Calle, respirar de forma abdominal, darle caña al cuenco tibetano, limpiar mi karma.
Sigo persiguiendo mi zanahoria.

27 de agosto de 2009

Mis mitos eróticos (VIII): Bear Grylls

Un fornido inglés ha venido a rescatarme de los fantasmas de mi vida: Bear Grylls, ese cuerpo, esa mente.
Un hombre de los que se visten por los pies que NUNCA, NUNCA, NUNCA se cansará de explicarnos que, cuando te caes en un lago helado, las opciones de sobrevivir son mayores estando desnudo que vestido con la ropa mojada. Así que se pasa el día cruzando ríos gélidos sin necesidad y teniendo accidentes absurdos en glaciares para demostrarlo. Lo adoro por eso.

Tras ese cuerpo blanquito con ojillos de Juanito Valderrama se esconde un tiarrón gracias al cual he aprendido que si se me descose un botón en el desierto puedo utilizar una aguja sacada de las hojas de aloe, que el agua clara y cristalina puede contener bacterias si no fluye y que si tengo que cruzar un lago helado debo caminar por el centro, no por el borde (y si hace falta, desnudarme después). Un chico apañao, que si pierde la llave allen montando un mueble del Ikea te busca un sustituto rápidamente.

A Bear Grylls se le ve que es un chico de buen comer. No creo que su suegra esté descontenta, porque no es problable que sea de los que se quejan de que se le ha quemado el asado de Navidad, o que los guisantes están sosos. Tampoco creo que se queje a su mujer de que la nevera está vacía, porque una capa de cebolla mohosa con mostaza caducada le debe de parecer un banquete. Y no creo que sea de los que les dicen a sus hijos: "Niños, comeos toda la larva de tronco africano". "Jooo papá, es que las vísceras me dan asco". "Niño, ¿no te da vergüenza dejarte los intestinos de larva en el plato, con la que cantidad de niños que se mueren de hambre en el mundo?".

Cuando la familia Grylls se va de vacaciones (la pareja, sus tres hijos y seguro que tienen al menos un perro) no les hace falta un coche grande con mucho maletero, porque Bear, con un cuchillo del ejército y unas cuerdas de paracaídas, tiene suficiente para pasarse 15 días en la Patagonia, no es de los de "voy a llevarme también esto, por si acaso..." Bueno, a no ser que de camino se encuentren un conejo espachurrado en la cuneta, que seguro que Bear le saca buen uso.
Que digo yo que cuando esa gente tenga que irse de vacaciones a dónde irá, si ya lo tiene conocido todo. Los viajes de aventura le deben descojonar de risa, así que yo intuyo que se decantará por cosas realmente arriesgadas, como encerrarse en una casa rural con los cuñados o algo por el estilo.

Lo que yo no dejo de preguntarme es cómo cojones le dura tanto el filo del cuchillo, con la mala vida que le da: no para el tío de sacarle chispas y cortar troncos, y los demás estamos haciendo fuerza como imbéciles para cortar el filete empanao del menú del curro.

Vivir con Bear Grylls debe resultar muy económico, con lo que puedes llegar a ahorrar en calefacción y agua corriente. Tampoco hace falta tener en reserva un Camping Gaz por si se va la luz una noche. En el ejército le adiestraron para hacerte una hoguera con unas hojas de periódico y unas ramas secas de poto.

Bear Grylls tiene todo lo que una mujer busca: buenos genes y un sistema inmunitario privilegiado que ha tenido que lidiar con todos los parásitos abyectos que en el mundo existen, aparte de un sistema digestivo que resistiría la onda expansiva de una bomba H. Su capacidad de abstracción mental es digna de un yogui indio porque para meterse en la boca los bichos crudos que él se mete su nivel de autocontrol está más allá del común de los humanos, y desde luego es muy superior al mío, que no puedo aguantar un comentario pedorro de mis compañeras sin ponerme hecha un basilisco.

Los que sigais el programa de este hombre sabréis que hay una cosa en su carácter que no cuadra mucho con el mío, y es que, como ocurre a menudo con la gente que ha tenido que lidiar con mucho sufrimiento físico y psicológico, es un fervoroso creyente.
Pero como comprenderéis me da igual porque no le puede pedir una entereza de ánimo más allá de la religión a una persona que sobrevive royendo raíces y comiendo escarabajos crudos a 35 grados bajo cero.

Así es como veo yo a Bear Grylls: el hombre-objeto que yo me llevaría a una isla desierta para que me solucionara la vida. Seguramente la mayoría de mujeres no le eligirían a él (su tendencia gratuíta a zamparse porquerías y correr riesgos innecesarios hace sospechar un desequilibrio
mental) si no a ese trasunto español rubiales con hechura de surfero guasón que es Jesús Calleja, que pretende hacernos creer que estar a remojo esperando que llegue un tiburón que finalmente no aparece es un desafío extremo. A Bear Grylls me lo imagino sobreviviendo sin problemas en el Ártico; a Calleja le veo más cómodo zampándose unos montaditos de chorizo y unas cañas en León. Por eso no cuela.
Lo siento mucho pero aunque algunos lo consideren un flipao, tiene más mérito (o unas hostias mejor dadas) lo de Grylls y ojo, sus cámaras, que están todos para darles de comer (culebras crudas) aparte y con un palito.

Acerca del desequilibrio mental de la gente que como a Grylls le gusta el riesgo y el peligro, os comentaré una curiosidad que tiene relación con mi trabajo. Resumiendo mucho y mal, la catecol-O-metil transferasa (COMT) es una enzima que degrada la dopamina en el cerebro. Dicha enzima es polimórfica en la población, pudiendo ser Valina158Metionina, 158Metionina o 158Valina (vamos, heterocigoto, u homozigoto para valina o metionina). La forma valina (ValVal) es más estable y activa que la forma metionina (MetMet), con los efectos que ellos conlleva en cuanto a niveles de dopamina en el cerebro, considerándose la forma ValMet la que tiene los niveles de actividad "óptimos". En europeos el 54% de la peña es portadora del alelo Val.
El genotipo respecto la COMT se ha relacionado con diferencias en el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer, esquizofrenia, trastorno bipolar y otras cuestiones psiquiátricas, aparte de estar relacionado con diferencias cognitivas y de carácter, como percepción del dolor o asunción de peligros.
Hay diferencias de género y de procedencia pero parece ser que los individuos ValVal serían mas "echaos pa'lante" que los individuos MetMet.
Simplemente apostaría mi caspa a que Bear Grylls es ValVal, eso es todo.

27 de enero de 2009

La casa del Metal (y III)

Últimos detalles decorativos de mi morada; tampoco quiero que cotilleis mucho ni que no os quede nada para la imaginación XD. En el fondo sólo quedan cuatro gilipolleces.


Por ejemplo, en el despacho-biblioteca tiene que haber un hueco especial para la épica. Donde esté el ESDLA, el Silmarillion (forrado) y la saga de la Dragonlance, con toque adolescente de caballeros de plástico de Carcasonne, que se quiten Etxebarría y Coelho.


El detalle trapero: si el ex-propietario de un plano de la ciudad de Madrid del siglo XVII hubiese pensado que nadie más en el mundo no iba a quererlo, no lo hubiese dejado fuera de la basura.


Este es el flamante sofá cama que os espera si me visitais. ¿El estampado da dolor de cabeza? Eso es porque no es del IKEA; si fuera del IKEA, todo el mundo pensaría que es el estampado más elegante y discreto del mundo.

De la colección de gilipolleces que están encima del SAI, me quedo con la hipopótama en bikini y con el perrito de roscón.

PREGUNTAS DE EXAMEN

Responde a las siguientes preguntas razonando la respuesta.

a) ¿De qué equipo de fútbol es el inquilino de la casa?
b) ¿Qué animal es el representado en la figurita que está encima del monitor?
c) ¿Cuántas pulgadas crees que tienen la pantalla de ordenador?