29 de abril de 2007

Están locos estos samburu

Antes de castigaros con mi reflexión final sobre el libro, os dejo algunas curiosidades sobre los masais, tal como he podido extraerlas del libro. Lástima que la historia transcurra a finales de los 80; el gobierno keniata estaba empezando a meter mano al tema de las tribus y seguro que ahora un montón de costumbres se han perdido. Veréis que algunas costumbres "extrañas" tienen cierto sentido cuando se miran desde una perspectiva sanitaria.-El garrote de los guerreros masai se llama rangu; su especie de falda, kanga. Enkai es “Dios” (están cristianizados), y mzungu, “mujer blanca”.

-Las cabañas de los samburu se llaman manyattas y están construídas con ramas, mimbre y boñigas. Las hacen exclusivamente las mujeres.

-Los hijos sólo abandonan el hogar materno y construyen su propia manyatta cuando se casan.

-Las mujeres son las únicas que trabajan en el pueblo, pues se considera indigno que un guerrero lo haga. Lo máximo que hacen es encargarse de las cabras y matar los animales.

-Los guerreros y las mujeres han de comer separados, pues toda comida que haya sido mirada o tocada por una mujer, trae mala suerte para el hombre. Sólo pueden tomar juntos el té.

-Como los musulmanes, la comida no puede ser tocada con la mano izquierda; sólo se puede utilizar la derecha.

-Cuando se considera que hace falta matar a un animal para comer, se encargan los guerreros. Es obligatorio que el animal esté muerto antes de clavarle un cuchillo, así que primero hay que inmovilizar al animal, después asfixiarlo, recoger su sangre para beber y por último destazarlo.

-Los primeros que comen de un animal muerto son los hombres y ancianos. Un guerrero puede devorar kilo tras kilo de una sentada. Después, lo que sobre, se lo llevan a las mujeres para que coman ellas y los niños.

-La bebida oficial es el chai (té con mucha cantidad de azúcar que se toma a todas horas). También se come carne de cabra, guisos sencillos de arroz y tortas de harina de maíz. Consumen también leche de cabra, tabaco, cerveza de maíz y miraa, unos tallos que mastican con efectos excitantes, similares al de la cafeína.

-Entre los samburu hay división de bienes: hombres y mujeres tienen sus propios animales y pertenencias. En la boda, los invitados regalan animales y objetos a la pareja, pero deben dejar muy claro a quién se lo regalan, si al hombre o la mujer.

-Un guerrero samburu puede tener “novia” antes de casarse. La novia es una chica joven con la que puede tener relaciones sexuales sin compromiso, y a la que el guerrero regala perlas y joyas para que esté muy hermosa. Sin embargo, la chica nunca se casa con ese guerrero, puesto que es el padre el que decide con quién se casa el día antes de la fecha fijada de la boda, y la casa con un hombre distinto. Es una gran humillación para una “novia” que el guerrero se case con otra teniéndola a ella de novia.

-Expresar que algo o alguien es “hermoso” atrae mala suerte; nunca debe comentarse que un bebé es guapo, por ejemplo.

-La fecha de las bodas la fijan los ancianos en función de la luna y las constelaciones.

-Cuanto mayor es el número de invitados una boda, sobre todo de ancianos, mayor es el prestigio que adquirirán los novios.

-Antes de la boda, a la mujer se le somete a la ablación de clítoris. De lo contrario, no será una buena mujer y no podrá tener niños sanos.

-Durante el embarazo, los hombres no pueden tener relaciones sexuales con la madre, pues de lo contrario nacerían los niños con la nariz tapada.

-La vida de una mujer vale menos que la vida de un cabra. Si un hombre cae enfermo, se le atenderá con todo cuidado; si es una mujer, se toman pocas o ninguna molestia.

-En las aldeas samburu, cuando alguien quiere hacer de vientre, mea a los lados de la choza: la arena lo absorve todo. Pero si quiere hacer aguas mayores debe irse detrás de unos arbustos espinosos o de una caseta preparada sobre un hoyo para tal efecto. Si hace caca al lado de una choza, tendrán que cambiarse de casa, será una humillación eterna para esa familia y tendrán que regalarles una cabra sacrificada a los vecinos.

-Los masai no besan; es asqueroso. Los hombres no pueden toar a una mujer de cintura para abajo y las mujeres no pueden tocar la cara, el pelo ni el sexo del hombre.

-Los masais se lavan en el río, estando separados hombres y mujeres. Los hombres se lavan unos a otros completamente desnudos. En cambio las mujeres no deben quitarse la falda para bañarse.

-Los bebés recién nacidos son trasportados desnudos junto al cuerpo de la madre, cubiertos por el kanga. Cuando el niño se hace sus necesidades encima, la madre le limpia el culo a escupitajos y lava la ropa sacudiéndola y restregándola con arena.

-Un bebé recién nacido no puede ser visitado por nadie hasta que pasen unas semanas.

-Que te escupan es un gran honor. A los bebés se les escupe en manos y pies; restregarte un escupitajo en la frente es señal de bendición.

-Lo mejor que le puede pasar a una joven es ser la primera mujer de un guerrero. Ser la segunda o tercera mujer de un hombre es un matrimonio de baja categoría, aparte de que las chicas acaban siendo muy desgraciadas.

-Es costumbre que la nieta mayor pase a ser propiedad de la abuela, pues está destinada a cuidarla en su vejez.

-Una vaca que ha tenido un ternero es todo un acontecimiento social. La vaca recién parida se queda dentro de la casa, y todos los vecinos tienen que ir a visitar a los dueños afortunados.

-Los animales domésticos se pasean a su antojo dentro de las casas, sobre todo los recién nacidos. Los inquilinos han de dormir con la cabeza tapada para evitar las moscas.

-Para evitar que se deshaga su elaborado peinado, los guerreros duermen apoyando el cuello en un artilugio de madera, como las geishas.

-Cuando un masai se encuentra a otra persona, tiene la obligación de hacerle una serie de preguntas: quién es, dónde vive, cómo están sus animales, de dónde viene y a dónde se dirige. Es la única manera de estar informado de lo que ocurre en la región.

-Proporcionar hospitalidad, comida y cama, es obligatorio, te lo pida quien te lo pida.

-Los guerreros han de pasar por una ceremonia ritual de tres días para pasar a ser guerreros viejos. Entonces los chicos jóvenes de la anterior generación pasan a considerarse guerreros tras someterse a un ritual de circuncisión.

-Los masai sólo encuentran razonable llorar cuando alguien se muere.

-Evitan los muertos y nunca hablan de ellos; si tienen que tocar uno, después deben someterse a unas abluciones de purificación.

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